Trabajo e inteligencia emocional
El liderazgo efectivo exige una sólida inteligencia emocional, que comprenda y gestione tanto las propias emociones como las de los demás.
Persuadir o influir
La persuasión busca cambiar actitudes puntualmente con voluntad y la influencia, que perdura, puede darse sin intención. Líderes eficaces dominan ambas, apoyándose en comunicación, conocimiento y habilidades emocionales. Principios de Cialdini, como la reciprocidad o la escasez, ilustran estrategias persuasivas, pero es vital evitar la manipulación y enfocarse en la ética para agregar valor a los demás.