Categoría: Liderazgo

La pandemia aceleró la adopción de tecnologías en las empresas, convirtiendo las reuniones virtuales una herramienta clave. Sin embargo, su frecuencia excesiva ha generado problemas de eficiencia, que es necesario resolver.

En un escenario de incertidumbre laboral, el éxito empresarial reposa en la calidad de su capital humano. La clave para una selección de personal acertada no solo se basa en las aptitudes actuales, sino en priorizar la actitud, la adaptabilidad y evolución.

Aprender a gestionar el tiempo es desafiante para todos los profesionales, especialmente al enfrentarse a ladrones de tiempo. Por ello, tener una buena planificación es esencial.

El «síndrome postvacacional» afecta a casi el 40 % de la población al volver al trabajo, manifestándose con apatía y agotamiento. Para mitigarlo, existe una serie de consejos.

La eficiencia laboral se maximiza al aplicar la Regla del 80/20 de Pareto. Además, priorizar lo importante y urgente, evitar la procrastinación y gestionar el tiempo son claves para alcanzar objetivos significativos y evitar el malgasto de recursos.

Resolver las incógnitas empresariales fundamentales requiere encontrar respuestas que nos hagan únicos y competitivos. Por ello, un análisis previo es esencial.

El Micromanagement es un estilo de gestión que ejerce un control excesivo sobre los subordinados, puede generar ansiedad, desmotivación y estrés en el entorno laboral. Para evitarlo, es esencial fomentar la confianza y permitir la iniciativa para retener talento y garantizar un liderazgo efectivo.

El registro de jornada laboral destaca la importancia de gestionar eficientemente el recurso del tiempo en las organizaciones. Optar por la estrategia por objetivos traslada la responsabilidad al trabajador y promueve la conciliación, el teletrabajo y la identificación del talento.

La diversidad de jefes en una organización influye significativamente en la dinámica laboral. Es clave identificar los distintos perfiles para mitigar posibles impactos negativos.

El liderazgo efectivo exige una sólida inteligencia emocional, que comprenda y gestione tanto las propias emociones como las de los demás.